OMARUIZ OTOÑO/INVIERNO 2015
-Dime por favor que soy preciosa, anda,
quiero recibir de ti esas palabras.
-Eres preciosa Sofía, aunque muy pequeña para querer saberlo, serás mucho más hermosa una vez que hayan pasado por ti algunos años. Andrés sabia lo importante de pronunciar oraciones que tuvieran esa magnitud, beso una de sus mejillas. Sofía sacudió su vestimenta, esa, la que usaba todos los días en el colegio.
-Sabes papá, sé que soy pequeña, mucho más pequeña de lo cual creo, aunque lo suficiente lista para darme cuenta en lo que puedo transformarme, seré de esas chicas amantes de los bolsos, los zapatos, un vestido precioso, me gustaran los abrazos y besos de un hombre, querré contraer matrimonio aunque soy torpe, y no estaré lista, maquillaje en mis ojos, labios, en todo mis rostro.
Debes darte cuenta en como los chicos miran mi cuerpo, como carnada fresca. Si eso pasa ahora que soy muy pequeña imagina más tarde, y solamente uso mi uniforme escolar. – (Fragmento sacado del libro “Me quiero llamar como se me de mi gana” aún en proceso de Alejandro Bonetta)
-Eres preciosa Sofía, aunque muy pequeña para querer saberlo, serás mucho más hermosa una vez que hayan pasado por ti algunos años. Andrés sabia lo importante de pronunciar oraciones que tuvieran esa magnitud, beso una de sus mejillas. Sofía sacudió su vestimenta, esa, la que usaba todos los días en el colegio.
-Sabes papá, sé que soy pequeña, mucho más pequeña de lo cual creo, aunque lo suficiente lista para darme cuenta en lo que puedo transformarme, seré de esas chicas amantes de los bolsos, los zapatos, un vestido precioso, me gustaran los abrazos y besos de un hombre, querré contraer matrimonio aunque soy torpe, y no estaré lista, maquillaje en mis ojos, labios, en todo mis rostro.
Debes darte cuenta en como los chicos miran mi cuerpo, como carnada fresca. Si eso pasa ahora que soy muy pequeña imagina más tarde, y solamente uso mi uniforme escolar. – (Fragmento sacado del libro “Me quiero llamar como se me de mi gana” aún en proceso de Alejandro Bonetta)
Infancia ya lejana, trae a mi recuerdos
útiles de mi pasado, quiero verme bien, como antes, pura, deseable.
El rítmico veloz del cambio que se impone de manera total frente a nuestra cara puso un alto. Un ayer marco el inicio inspiracional, me honra ver la capacidad inmejorable de personas creativas, cansadas de la monotonía, capaces de crear colección dignas, formidables, encantadores. ¿Que es un reflejo? Al poner la niñez sobre tema actual en la mesa ponemos un espejo frente a nosotros, recordando aquella vida torpe y fácil que llevábamos.
La vida escolar jamás se notó tan chic, tan pura, electrizante, triunfal.
Renace ahora un lineamiento y estándar de belleza súper sencillo, nadie aseguro que la extravagancia formara parte de nosotros en un futuro, al contrario, la rapidez infinita con la que ahora nos movemos nos hace incapaces de buscar esta forma de vida extraña. Se demuestra aquí lo precioso que se mira la sensualidad, lo maravilloso que luce una sencillez divina.
Aseguro sin temor a equivocarme que este tipo de estéticas relucientes formaran parte de nuestras vidas en unos años no muy lejanos.
Omar Ruiz, retrata la vida del colegio, la que se mueve y muchas veces se olvida, lo toma como inspiración, lo hace suyo, creando prendas sorpresivas, soñadoras, cálidas, como los inviernos de México, inviernos abrazadores, humanos, delirantes, de esos que no ahuyentan, equilibrados, detenidos por el sol.
El rítmico veloz del cambio que se impone de manera total frente a nuestra cara puso un alto. Un ayer marco el inicio inspiracional, me honra ver la capacidad inmejorable de personas creativas, cansadas de la monotonía, capaces de crear colección dignas, formidables, encantadores. ¿Que es un reflejo? Al poner la niñez sobre tema actual en la mesa ponemos un espejo frente a nosotros, recordando aquella vida torpe y fácil que llevábamos.
La vida escolar jamás se notó tan chic, tan pura, electrizante, triunfal.
Renace ahora un lineamiento y estándar de belleza súper sencillo, nadie aseguro que la extravagancia formara parte de nosotros en un futuro, al contrario, la rapidez infinita con la que ahora nos movemos nos hace incapaces de buscar esta forma de vida extraña. Se demuestra aquí lo precioso que se mira la sensualidad, lo maravilloso que luce una sencillez divina.
Aseguro sin temor a equivocarme que este tipo de estéticas relucientes formaran parte de nuestras vidas en unos años no muy lejanos.
Omar Ruiz, retrata la vida del colegio, la que se mueve y muchas veces se olvida, lo toma como inspiración, lo hace suyo, creando prendas sorpresivas, soñadoras, cálidas, como los inviernos de México, inviernos abrazadores, humanos, delirantes, de esos que no ahuyentan, equilibrados, detenidos por el sol.
¡Que emocionante! Quiero saber lo que
sigue ahora… ABONETTA.
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