Te quiero, ¿te odio? ¿Te extraño?
¿Dónde estás?
Te estoy buscando dentro de mí, ¿en qué momento escapaste? ¿Renunciaste?
Me dieron ganas inmensas, de las fuertes, las que no se calman, enormes entusiastas ganas de besarte, de quererte, de verte.
Pero se me perdieron tus labios, en la vagabunda cruel, ingrata muy fuerte sensación de la tristeza ¿en dónde están?
¿quién los está besando ahora?
duelen mucho los abrazos, la soledad, ingrata soledad que me mata de cabello a pies con todo el dolor que puede soportar un alma, un cuerpo celeste, atormentado por el tiempo no establecido y los momentos no vividos.
Cámbiate de casa, múdate conmigo, a mi cabeza, no salgas, no te escondas y no huyas que yo quiero que destruyas mis pensamientos, que me destruyas, me desarmes.
Me visitas cada instante, en el inconsciente absurdo, remordimiento de sueños, No te quiero odiar, no quiero, porque si te odio ya no podría quererte, y quererte de la forma en la que te quiero que casi amo, sea completamente tonto que alguien lo haga.
Te voy a buscar, y cuando te encuentre, te robare un beso, largo, bonito, con ganas, con fuerza. Te diré que te quiero, te quiero bonito, como siempre te quise, con cada centímetro que acobija en mí el amor que penetra seriamente mi caluroso y entusiasta animo de ofrecer.
¿Por qué te fuiste? Si esto apenas comenzaba…
-abonetta
¿Dónde estás?
Te estoy buscando dentro de mí, ¿en qué momento escapaste? ¿Renunciaste?
Me dieron ganas inmensas, de las fuertes, las que no se calman, enormes entusiastas ganas de besarte, de quererte, de verte.
Pero se me perdieron tus labios, en la vagabunda cruel, ingrata muy fuerte sensación de la tristeza ¿en dónde están?
¿quién los está besando ahora?
duelen mucho los abrazos, la soledad, ingrata soledad que me mata de cabello a pies con todo el dolor que puede soportar un alma, un cuerpo celeste, atormentado por el tiempo no establecido y los momentos no vividos.
Cámbiate de casa, múdate conmigo, a mi cabeza, no salgas, no te escondas y no huyas que yo quiero que destruyas mis pensamientos, que me destruyas, me desarmes.
Me visitas cada instante, en el inconsciente absurdo, remordimiento de sueños, No te quiero odiar, no quiero, porque si te odio ya no podría quererte, y quererte de la forma en la que te quiero que casi amo, sea completamente tonto que alguien lo haga.
Te voy a buscar, y cuando te encuentre, te robare un beso, largo, bonito, con ganas, con fuerza. Te diré que te quiero, te quiero bonito, como siempre te quise, con cada centímetro que acobija en mí el amor que penetra seriamente mi caluroso y entusiasta animo de ofrecer.
¿Por qué te fuiste? Si esto apenas comenzaba…
-abonetta
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